Second Blood saliendo por Un Rincón de Placa



Con la espalda aún rígida como el cristal de Bohemia no podía hacer mucho, al final le sacamos juguillo al día en vías muy facilicas pero muy bonicas.
Me daba miedo meterme en vía de largos sin saber si me íba a poder mover, así que nos fuimos a un piedro chico, el Arrán de la Basa. Allí hicimos cinco bordillicos muy chulos


El solete fué ablandando un poco mi espalda e intentamos hacer algún larguico, aún así buscamos algo sencillo porque no estaba para tirarle y nos metimos en ésta, qué bonita!!!! qué roca!!! es que me encanta ratonear con los cacharros en estas placas!!!

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