CUENCA OSCURA




Cuenca Oscura, 7a+, El Merendero, Cuenca

Es tan solo es una pequeña historia de amor y de aprendizaje. Una vía que me ha quitado el sueño, sin duda la más dura que he encadenado en Cuenca, me da igual el grado, para mí ha sido la más dura casi me atrevería a decir de todas las que he hecho, pero a lo mejor solo estoy más flojita. Desde luego es la que más pegues me ha costado, veinte? veinticinco? perdí la cuenta, tantas veces a punto.. pero ya escribí un post sobre ella en Noviembre.

Aquel finde acabé lesionada, un dedo dolorido que terminó en desgarro del flexor. Me pilló muy motivada y aún estuve intentando escalar hasta que ya no pude soportar el dolor y después de navidad me fui al médico. Me hechó la bronca y me dió un mes de reposo absoluto, "los primeros quince días como si tuvieras un muñón a partir del codo, porque la lesión llega ya a la muñeca" me dijo. Fue fácil porque me lo pasé con una bronquitis que se complicó y me dejó las fuerzas justas para estar de pie e ir a currar, hay que optimizar los períodos de parón :P

En febrero empecé a ver la luz, pero el dedo aunque ya no dolía se negaba a cerrar, se rendía en cuanto empezaba a tirar, nos dedicamos a hacer vías muy fáciles y la cosa fue bien, lo disfrutamos mucho.

Volver a Cuenca y volvió el llanto, el dedo bien, pero la muñeca era un horror el dolor, con algún día bueno entre medias la cosa no fluía, encima me sentía completamente agotada. Aún así, en semana santa, en uno de esos días buenos le dí tres pegues a la vía con sensaciones estupendas.. me estaba llamando de nuevo.

Decidí tomarme Abril para desconectar, o más exactamente para reconectar, con la sensación de que el cuerpo no hacía más que petar por un lado o por otro, me paré en seco, empecé a cuidar las horas de sueño y la comida al máximo, leer, descansar remar un poquito, pasear por el bosque, el cuerpo es una maravilla, el segundo finde al entrar en el vallecito del Alto Tajo ya volví a sentir la alegría fluyendo por las venas, estaba funcionando, volvía a estar dentro de mi piel :)

El puente de Mayo volvimos a Cuenca y fui de cabeza a mi proyecto, las cosas no son gratis y en tres semanas de parón, aunque mucho más descansada, había perdido resistencia y no llegaba encadenando ni a la sección clave. Sin embargo lo bueno del descanso es que aclara las ideas, y me sirvió para sacarle información nueva.. después de tenerla tan matizada aún aparecían cosillas!

Cada vez que hablaba con alguien sobre la vía, como una esponja, absorbía cualquier pequeño detalle que me pudiera servir. Goin llevaba tiempo diciéndome que me faltaba fuerza de arranque y en cuanto pude empecé a entrenar dominadas con gomas.. si, lo se, por fin!. El me habló también sobre cómo empujar con el pié en un dinámico, y sobre la importancia del aterrizaje, fuerza de contacto lo llama?
Me caía en el último paso difícil que es un dinámico a un canto bueno pero un poco plano, cuando ya vas tostada de toda la vía.. empecé a trabajarlo en el plafón. No conseguía recuperarme por la vía.. a trabajar la continuidad.

Isa me contó su sistema para analizar sus proyectos, e intenté aplicarlo también. Pedropa me dijo que cuando él prueba una vía muchas veces, se le acaba haciendo un muro mental que le dificulta el encadene.. me guardé de permitírselo a mi cabeza.. y así.

La semana pasada leí por ahí "si puedes imaginarlo, puedes hacerlo", y al despertarme por la mañana me visualizaba haciendo la vía, encontré cuatro puntos en los que se rompía la melodía, el ritmo de escalada, un paso al principio, dos chapajes, y un pié demasiado alto en el paso clave, los cambié.

El sábado nos fuimos para allá con todas estas "mejoras", cada vez que me ponía a atarme a pie de vía el estómago empezaba a centrifugar y el corazón a brincar.. así no hay forma de concentrarse!!!

Dos pegues para montar, calentar y matizar novedades, y tres a muerte buenísimos, los mejores, ya no llegaba estallada a los bidedos, fluía por la vía, todo a punto!.. pero tocaba el canto y no me quedaba. Se acabaron las pilas y me bajé del último con la muñeca aullando.. mañana si no quiero volver a lesionarme igual es mejor bajar el ritmo.

Con Paco a pié de vía, el probaba con Goin la Moto que comparte las primeras cintas

Goin apretando en los primeros pasos
Pero el domingo me levanté bien, sin dolor y la vía tiraba de mí, aún así por una vez quise tener sentido común, pero había una carrera de bicis, la carretera estaba cortada y el camino a Paules andando se hacía largo bajo el sol, nos quedamos en el Merendero. Dudé hasta el final, calentando me dolía mucho la piel y quise desmontarla, pero Ceci se metió a probarla y me dio tiempo a pensarlo mejor, venga va, le doy uno más.

Goin me animaba, me la montó él, cepilló todos los cantos claves y al limpiar el "agujero salvador" me preguntó: a qué punto del agujero lanzas?.. pues al agujero.
Ya, pero mira que tiene más filo por un lado que por otro.. pues.. no se, bastante tengo con atinar :P
Al calentar subí y me lo miré.. esa era la diferencia, cuando me caía y subía un pelín más descansada y apuntaba, cuando íba encadenando no, me lanzaba a la desesperada.. me fijé bien en ese filo: no pierdas de vista el objetivo.

Al atarme, Ceci dijo, me quedo a ver cómo encadenas y luego me voy :)
Desde luego esa mañana ellos pusieron la fé

 Ceci, gracias por tu apoyo!
Antes de entrar a la vía, cuando fui a mear pensaba, para encadenar solo me queda implorar su amor, ir más allá del intento y quitarme todo ruido de la cabeza, solo movimiento.
Y así fue, solo movimiento y respiración, no les oí, solo oía mi respiración y obligaba a mi cabeza a estar presente en cada gesto, nada más.
Al coger el penúltimo bidedo se me levantó el codo, uuyy, baja el cuerpo, coge el último, sube los pies y no pierdas de vista el objetivo HOOOOOOP!!!! Lo tengo!!!!
Tranquila, tranquila, recoloca y chapa, cazo, invertido, regleta, cazo, cazo, chapa la cadena y SIIIIII, POR FIIIINNNNN!!!!

Me oí gritar HOOP y me acordé de Andrés, es muy suyo, me ayudó a quedarme pegada al canto, todo el cuerpo se unió para cogerlo.
Goin oyó TUUFFFFTT, que fué el sonido del manotazo, y me lo repetía después :D

Sabes que sentía al bajar? amor jiji, llena de amor y gratitud en el sentido más hippy, amaba todo, a ellos por estar ahí conmigo, a la vía porque ya formaba parte de mí después de tantos pegues, a la brisa que me traía fresquito, amaba escalar, y sobre todo amaba el sentimiento en sí mismo, es lo que tanto echaba de menos!!!

La dificultad de ver lo obvio



Tomo prestado el título de este libro de Feldenkrais porque viene al caso, vais a entender por qué.
En los últimos años, con este cambio de vida radical que he experimentado y que en muchos sentidos aún estoy asimilando, me siento como si hubiera olvidado todo y tuviera que empezar desde el principio y aprender todo de nuevo.
Mi relación con la escalada es uno de esos aspectos, han sido tiempos duros, entre problemillas de salud y lesiones no consigo sentirme en forma del todo salvo en breves lapsus de tiempo.

Este finde no pensaba escalar por diversos líos, pero ayer en el último momento me apunté con unos amigos para ir a una zona del Barranco del Fin del Mundo que no conocía, el Tubo, y me ha gustado, es un pequeño muro con vías de aspecto muy técnico de canto pequeño. Yo he hecho las tres que tenían buen canto jijij pero me he quedado con ganas de volver.

Pero lo que más me ha gustado del día ha sido una duda que me surge a raíz de una conversación. Me decía mi compi que él no disfruta "durante" la escalada cuando está probando algo muy duro, que disfruta después, de la sensación de haber peleado y haberlo dado todo para conseguir el objetivo. Que cuando está apretando, en esos instantes, está sufriendo porque se está vaciando, porque se está dejando la piel..  nunca se me había ocurrido que la escalada pudiera ser eso. Y mucho menos la deportiva.

Es verdad que algunas vías de pared las he disfrutado más a posteriori desde el suelo que en el momento, pero puedo decir que han sido muy pocas, y aún en pared quizá le podía ver algún sentido, pero en deportiva.. para mí el concepto de deportiva era sol y playa, como decía Sergio y si no... si no me enfado.

Y aquí está lo tan obvio que tanto me ha costado entender. La verdad lo que dice, si lo piensas desde el punto de vista de eso tan de moda, el concepto "fuera de la zona de confort", tiene sentido. Si algo está rozando o incluso superando tus límites, no puede ser cómodo, y algo incómodo tiene posibilidades de no ser del todo agradable, al menos en el momento.

Mi objetivo de escalada para este año era conseguir que Cuenca no me amedrentara, no que no me costara, no subir de grado, simplemente pensar en ir a escalar a cualquier sector con alguna vía hacible para mí y no sentir dolor de estómago y fatiga extrema. Los últimos años he pensado demasiado a menudo dejar de escalar, primero porque dejé de disfrutar las tapietas, después en Cuenca porque sistemáticamente me sentía una mierda como escaladora incapaz de disfrutar, siempre con una sensación de torpeza e impotencia que se iba retroalimentando. A ver, no siempre, pero la balanza se inclinaba pal lao malo más de lo que podía o quería soportar.

Cuando hoy me ha dicho esto, de pronto se me ha ocurrido algo, puede que obvio para todos menos para mí. Y si el error no está en el entrenamiento, ni siquiera en los diferentes aspectos técnicos de la escalada, como el miedo, la fuerza, etc, sino en el concepto en sí mismo. Si estoy esperando que la escalada sea algo cómodo, cuando no lo es me siento mal, pero no ya porque no lo es, sino porque pienso que no sirvo para escalar si no soy capaz de disfrutar lo que estoy haciendo, que no es lo mío, que debería buscar otra cosa, y es este pensamiento lo que de verdad me hunde! Porque adoro escalar!!

Quizás en la pared llegó un momento que me encontré con esto mismo y no lo supe entender, siempre pensé que el placer era la señal para saber que estabas en el camino correcto, que estabas donde profundamente querías estar.. nunca me he fiado un pelo de los tejemanejes de la mente por eso. Y en un momento dejó de ser un placer, y pensé que me estaba equivocando de camino, y si sólo estaba saliendo de la zona de confort?
O igual simplemente me saturé..

En deportiva esto podría darme una respuesta al conflicto jeje, quizá probar una vía difícil supone que no vas a disfrutar cada movimiento, supone algún tipo de sufrimiento aparte del esfuerzo físico que no es malo, que sólo es, y que después por lo que has aprendido, por lo que has superado, cobra sentido.. eso le quitaría mucho peso al asunto y lo mismo esas sensaciones incómodas dejarían de ser un problema en sí mismo.

Así que de verdad hay un nivel de sufrimiento durante la escalada? dónde queda el placer del movimiento? el placer del gesto?
Me encantaría conocer opiniones al respecto
(la de que empiezo a estar senil también vale :D)